Cada vez es más necesario crear y tener una buena imagen de marca. Por ello es necesario en cualquier oficina, empresa o incluso en el despacho de tu casa, si trabajas desde allí, tener desde el primer momento una imagen corporativa consolidada. Ya que, en gran medida, cuando los clientes entran en tu lugar de trabajo, lo primero que ven es con qué elementos trabajas. Agenda, bolígrafos, ordenador, y demás elementos del día a día que en el caso de estar personalizados con el logo de la empresa, por ejemplo, ayudan a crear una buena imagen hacia el cliente.
Cualquier tipo de material de oficina es bueno que esté personalizado. Ya sea para el trabajo diario, como para tener un obsequio con un cliente. Es decir, los usuarios siempre agradecen algún tipo de detalle, ya sea un boli, un cuaderno o agenda o cualquier símbolo de aprecio, que les haga sentirse queridos. De esta forma, si el material de oficina está personalizado con el logo o alguna reseña de la empresa, el consumidor lo tendrá presente en el día a día.
¿Cómo se puede personalizar el material de oficina?
Mediante la tampografía, que es un sistema de impresión que imprime sobre superficies planas, normalmente papel. Pero también puede hacerlo sobre otras superficies, como pueden ser bolis, tazas, pen drives, etc. La impresión en estas superficies se produce gracias a los componentes de las máquinas impresoras, que permiten adaptarse a cualquier superficie imprimiendo en una o varias tintas.
¿Cómo funciona la tampografía?
Se basa en el proceso de estampación. En primer lugar se crea la imagen que se quiere utilizar, sobre una placa metálica o plástica recubierta por una emulsión fotosensible. Sobre la placa se graba la imagen que se quiere estampar, quedándose grabada en la misma mediante un proceso químico.
Una vez se tiene la imagen en relieve es cuando actúa el tampón. De esta forma la placa se rellena de tinta, eliminando el excedente mediante un barrido con una cuchilla, quedando solo la imagen que se quiere reproducir. Y por último, la placa es presionada por el tampón, y así se transfiere la imagen a la pieza a imprimir.